Desde que en los años 90 se recomendara colocar a los lactantes en decúbito supino, la deformidad craneofacial no sinostósica, postural, posicional, etc… se ha convertido en un diagnóstico de muy alta prevalencia en lactantes y en el motivo de primera consulta más frecuente en los Servicios de Neurocirugía Pediátrica.
Es un problema menor pero que genera ansiedad en la familia, tiene riesgo de secuelas para el bebé y consume numerosos recursos sanitarios del sistema.
Por todo ello, es importante insistir en la PREVENCIÓN de la aparición de las deformidades craneofaciales no sinostósicas y, dado que la patología ocurre en la primera infancia, es imprescindible contar con la implicación de todos los niveles asistenciales, siendo de especial importancia la colaboración de los profesionales dedicados a la atención al niño sano.
Con el doble objetivo de concienciar a los profesionales del beneficio de educar a las familias y para colaborar en la información a las familias y cuidadores, proponemos realizar una campaña de difusión con cartelería en las consultas pediátricas y de obstetricia, desde la Sociedad Española de Neurocirugía Pediátrica, en este Proyecto liderado por el Hospital Niño Jesús.
